Hola Profe:

Hoy se cumplen nueve años de que te fuiste al otro barrio, es de madrugada, estoy en la redacción de la @AgenciaANCLA, y el clima es de mierda, estamos todos tristes, algunos de nosotros te tuvimos de profe, otros fueron compañeros de docencia en la Universidad de Lomas, y otros te conocieron por nuestros relatos. Para laburar en ANCLA, hay un ritual secreto, debemos leer “Salven a Clark Kent”, ese libro con el que te adelantaste al tiempo, y le hiciste una gambeta a la historia, como esas gambetas de tu ídolo Bochini.

Che hablando de Futbol, como me chicaneabas porque Uds. los de Independiente, eran los reyes de copas, y te burlabas porque yo nunca había visto a Racing campeón, yo caliente te decía que eras un peronista trucho,… no podías ser peronista, y ser del Rojo; cuando hablábamos de futbol de nuestro pueblo, los dos nos dejamos adoptar por Lomas de Zamora, vos te hiciste de Los Andes, y yo sigo alegrándome cada vez que el gasolero gana. Ahora que no nos escucha nadie, ¿porque mierda te hiciste de Los Andes?, ¿Pa´ joderlo a Gabriel que sigue abrazado al Taladro?

Hablemos del oficio que me enseñaste a amar, ¿te acordas de la rubiecita que se sentaba en la primera fila de tu clase, y todos los miércoles te hacia alguna pregunta que saca de “Salven A Clark Kent”?, bueno te lo tengo que contar, pero no putees, al final tenías razón, cuando le dijiste que ella no iba a ser periodista, que a lo sumo, iba a llegar a presentar noticias, bueno.. El otro día la vi en la tele, no  sé en qué canal de cable, presentando noticias. Esa fue una de las tantas lecciones que nos diste, NO SEAN PRESENTADORES DE NOTICIAS, pregúntense ¿Por qué? Y nos decía que cualquiera podía presentar noticias, pero para ser periodista, había que entender porque pasó algo.

Cuanta falta nos haces Tato… cuando hay tantos compañeros rezongando porque el presidente no hace lo que queremos, te estoy viendo, sentado en la mesa entre los cumpas, como lo que eras uno más, comiendo el asado de tira, tomando un vaso de Merlot, y esperando que los muchachos dejen de gritarse, para meter un bocado, esa palabra justa, que atraganta a más de uno…. Te veo, me guiñas el ojo, tomas un sorbo de vino, y decís “Muchachos, déjense de joder… él no es enemigo, confíen en la conducción, dejamos que el hombre haga lo que tiene que hacer, y nosotros hagamos lo que tenemos que hacer”, parece simple y ramplón, pero era eso simple y sencillo.

Bueno Tato, tengo que seguir escribiendo, me tengo que ir, pero quiero pedirte que no te vayas muy lejos, mándale saludo a Rodolfo, a Claudio, a toda esa banda de compañeros y periodistas que me enseñaste a conocer, ahora que llego a ese barrio, dale un saludo a Mona, y espero tener noticias tuyas pronto.

Un fuerte abrazo

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